Este mundo es estrambótico.
Un grupo de gente cínica
puso frente a la clínica
a un imberbe y a un neurótico.
Ya el ambiente está caótico,
y yo me siento patético,
triste, indeciso, frenético,
sin esperanzas, estático…
como si fuera un asiático
bajo el dominio soviético.
No puede un cerebro inválido,
en un mal estado anímico,
hacer que el proceso químico
ofrezca un resumen válido.
Y no puede un cuerpo escuálido
sin sentido patológico,
ponerle un término lógico
al proyecto que es mortífero…
-nunca ha podido un mamífero
inspirarse en lo ideológico-.
Ni usando la ciencia mística
de un alto templo masónico
podrán concebir el tónico
que les de presencia artística.
Con esa característica
de resultado rarísimo,
no triunfara ni el mismísimo
diablo, con su don satánico
y cuando cunda el pánico
estarán de Dios, lejísimos.