Mi sinopsis
María José es una “buena mujer que no tuvo suerte en la vida”. Pilar, su madre (una mujer frustrada y amargada para quien ella siempre ha sido “la niña de sus ojos” aunque no lo demuestre) vive rogando encontrarse a la vuelta de la esquina con el amor de su vida (Fermín, quien la abandonó por casarse con una extranjera millonaria) y haciéndole la vida miserable a su marido Paco (quien adora a su hija María José y a pesar de todo guarda la esperanza de que su mujer olvide a ese otro y lo quiera a él). A los 13 años María José se enamora de su guapísimo (y arrogante) vecino Joaquín y de ahí no para suspirar por él hasta que se casan y se da cuenta de que su maravilloso marido siempre ha sido que un imbécil egoísta que nunca la quiso. Poco tiempo después de pedirle el divorcio, María José sufre un accidente que la deja en coma.
Hola visitantes!
Se preguntarán por que les cuento el “desenlace” de la historia, pues por la simple razón de que en realidad es el comienzo de la misma. Esta novela de la escritora española Carmen Amoraga fue finalista del Premio Planeta 2010 y es una de las pocas que me ha calado hondo. No se trata de una historia lineal en la que suceden hechos que desembocan en un final definido, si no más bien un conjunto de reflexiones sobre las relaciones afectivas y sobre aquellos sucesos (grandes o pequeños, cotidianos o extraordinarios) que marcan nuestras vidas y, de cierta manera, definen nuestro futuro.
La narración es sencilla, pero con mensajes complejos, las ideas se tejen una tras otras sin pausa, tal y como se desarrollan los pensamientos y sentimientos en nuestro interior. Carmen Amoraga no se pone filtro y suelta las verdades como le salen, como nos saldrían a cada uno de nosotros si viviéramos lo que sus personajes. Relata aspectos comunes y corrientes de la existencia, que al final terminan convirtiéndose en las principales razones por las que una vida puede irse al traste. En suma, es un relato reflexivo pero no moralista (la intención de la autora parece solo querer exponer las “pequeñas miserias” no juzgarlas) en varios pasajes del cual, nos podemos sentir identificados fácilmente. Se los recomiendo sin dudar.