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Poesía Peruana: 5 poemas imperdibles de Manuel Scorza

Poesía peruana de Manuel Scorza

Breve Biografía de Manuel Scorza

El el 9 de septiembre de 1928, en Huancavelica, nació el destacado novelista, poeta y activista político peruano Manuel Scorza Torres.

Narrador indigenista, miembro de la Generación del 50 y cultivador del realismo mágico, Scorza es ampliamente reconocido por su novela Redoble por Rancas (1970), en la que denuncia las injusticias contra las comunidades indígenas de los Andes, perpetradas por un gobierno alejado de la sierra y ciertas empresas transnacionales. Además de abordar los problemas sociales del país en su obra narrativa, llegó a vincularse directamente a la lucha por los derechos sociales indígenas.

Entre los reconocimientos que obtuvo se encuentran los dos primeros premios en los Juegos Florales del IV centenario de la Universidad Nacional Autónoma de México (1952) y el Premio Nacional de Poesía José Santos Chocano (1956). Falleció el 27 de noviembre de 1983 en Madrid, España.

5 hermosos poemas de amor y desamor de Manuel Scorza

Los siguientes poemas pertenecen al libro Los adioses, publicado en 1960, y me encantan por dos razones en especial: La primera, no son cursis en la forma de expresar el sentimiento romántico, sino que los muestran de manera natural y hasta descarnada. La segunda, adoro su musicalidad y ese halo de tristeza que los envuelve. Bueno, hay una tercera: ¡es poesía peruana!

Si no eres un romántico empedernido, pero disfrutas de la buena poesía y los sentimientos que ella transmite, estos poemas te pueden gustar. Además de creo que son geniales para dedicarlos a alguien especial.

Pronto publicaré más selecciones de poemas de autores peruanos así que estate atento ;). Por ahora te dejo algunos de los mejores poemas románticos del peruano Manuel Scorza. Qué los disfrutes.


Música lenta


Para que tú entres,
a veces de tristeza, el corazón se me abre.

Como una puerta tímida,
para que tú entres, el corazón se me abre.

Pero tú no vienes,
no vuelas más sobre los campos.
En vano mi corazón
a la ventana de su dolor se asoma.
Pasas de largo,
como si el viento
soplase sólo para allá.
Pasa la mañana y no viene la tarde.
Y el corazón se me cierra,
como una mano sin nadie, el corazón se me cierra.

Serenata


Íbamos a vivir toda la vida juntos.
Íbamos a morir toda la muerte juntos.
Adiós.

No sé si sabes lo que quiere decir adiós.
Adiós quiere decir ya no mirarse nunca,
vivir entre otras gentes,
reírse de otras cosas,
morirse de otras penas.
Adiós es separarse, ¿entiendes?, separarse,
olvidando, como traje inútil, la juventud.

!Íbamos a hacer tantas cosas juntos!
Ahora tenemos otras citas.
Estrellas diferentes nos alumbran en noches diferentes.
La lluvia que te moja me deja seco a mí.
Está bien: adiós.
Contra el viento el poeta nada puede.

A la hora en que parten los adioses,
el poeta sólo puede pedirle a las golondrinas
que vuelen sin cesar sobre tu sueño.


El rey


No eres nada,
vives oscuro,
en una ciudad perdida.
Pero, de pronto, un día,
al despertar, eres Rey.

Arden musicales
remotos países
avasallados por tu valentía.
Poderoso monarca:
todo lo que tocas es resplandor,
y en tu honor cambian los arcos iris de plumaje.

Y cuando Ella sonríe,
brota agua
en la remota infancia
adonde se asoma,
tu pequeña vida ansiosa,
rapaz distante de todo.

Mas viene el Viento
y lo derriba todo:
cristal roto es tu monarquía;
vives en una ciudad malvada;
el tiempo sólo significa
que tus zapatos ya no resisten otro invierno.

Eras Rey pero ya no te sonríe Esa Mujer.


La casa vacía


Voy a la casa donde no viviremos
a mirar los muros que no se levantarán.

Paseo las estancias
y abro las ventanas
para que entre el Tiempo de Ayer envejecido.

¡Si vieras!
Entre las buganvillas
cansadamente juegan
los hijos que jamás tendremos.

Yo los miro. Ellos me miran.
Mi corazón humea.
Éste es el sitio
donde mi corazón humea.

Y a esta hora,
en el balcón, callada,
yo sé que tú también te mueres
y piensas en mí hasta ensangrentarte,
Yo también pienso en ti.
Óyeme donde estés:
por esta herida no sale sólo sangre:
me salgo yo.



La sombra


Como el centinela
que en la agreste torre
lucha por no rendir los ojos al invencible sueño,
yo resisto al olvido.
Pero te me vuelves pequeña;
la lluvia moja
las calles de 1943;
la lluvia rompe
el cristal en que te guarda
mi juventud.
¡Miseria de los amantes
que locamente sueñan
eterna la eternidad!
El Día es de espuma,
niebla es la carne,
humo el ayer.

El país luciente
de nuestra juventud hermosa,
el tiempo asoló con sus ejércitos potentes.
Marcial acampó la herrumbre
donde ardió la rosa.

En la memoria sólo una calle queda
por donde caminas lentamente.
Ya casi no te miro,
y el moribundo sol, atardeciendo,
te torna cada día más pequeña.

Pero pasan los años,
y a medida que te vuelves más pequeña,
arrojas una sombra más larga.



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6 visitantes opinaron


  1. No había escuchado de este poeta pero sin duda me lo llevo anotado. Creo que hasta ahora, no había leído nada de ningún autor peruano. El poema que más me gustó fue el de "Serenata".

    ¡Besos, nos leemos!

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    Respuestas
    1. Hola, Iveth. "Serenata" es una de mis favoritos de Scorza =).

      Gracias por pasarte por aquí.

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  2. Sigan publicando buena poesía. Saludos.

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    Respuestas
    1. Hola! Gracias por pasarte por aquí, y claro que seguiré compartiendo buenos poemas ;).

      Saludos!

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