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Poesía peruana: 10 poemas para leer esta cuarentena

Poemas de amor cortos

Historia, Blanca Varela

puedes contarme cualquier cosa
creer no es importante
lo que importa es que al aire mueva tus labios
o que tus labios muevan el aire
que fabules tu historia tu cuerpo
a toda hora sin tregua
como una llama que a nada se parece
sino a una llama

Música lenta, Manuel Scorza

Para que tú entres,
a veces de tristeza, el corazón se me abre.

Como una puerta tímida,
para que tú entres, el corazón se me abre.

Pero tú no vienes,
no vuelas más sobre los campos.

En vano mi corazón
a la ventana de su dolor se asoma.
Pasas de largo,
como si el viento
soplase sólo para allá.

Pasa la mañana y no viene la tarde.
Y el corazón se me cierra,
como una mano sin nadie, el corazón se me cierra

Leer más poemas de Manuel Scorza.

Del poemario En mitad del camino recorrido, María Emilia Cornejo

I

siempre supe que te encontraría
en alguna vieja calle de Lima.
desde entonces
preparo cuidadosamente nuestro encuentro.

Letanía del solitario, Juan Gonzalo Rose

Cada tarde te pierdo,
como se pierde el tiempo
o la esperanza.
Cada tarde,
definitivamente,
te pierdo
como se pierde la paciencia.
Cada tarde
dices no.
Mueves la cabeza y dices no.
Mueves la tierra y dices no.
No mueves los labios y tu silencio dice no.
Infatigablemente,
cada tarde,
mi café solitario obscurece el planeta.

Tercera canción

Se me pasea el alma.
Los días ya no saben
si buscarme
al pie de mis rodillas,
o en tu lecho.
Se me pasea el alma
por tu cuerpo.

Una hoja en el invierno, Eduardo Chirinos

Mientras duermes
mi mano escribe sobre tu cuerpo
una palabra.

Y al escribirla tiemblas
como una hoja en el invierno.

Cuando despiertes mi mano
habrá borrado esa palabra.

Entonces será tuya.


Poesía de poetas peruanos que debes leer

Del poemario "El viaje", Javier Heraud

El canto de los
ríos
acompañaba a mis
pies
de tibio caminante,
el río
cantaba con mis brazos,
en él
yo miraba a la muerte y a
la vida.
Pero uno está siempre
compuesto
de un trozo de muerte y de
camino,
y uno siempre es río,
o canto,
o lágrima cubierta.

Si me quitaran totalmente todo, Alejandro Romualdo

Si me quitaran totalmente todo
si, por ejemplo, me quitaran el saludo
de los pájaros, o de los buenos días
del sol sobre la tierra
me quedaría
aún
una palabra. Aún me quedaría una palabra
donde apoyar la voz.

Si me quitaran las palabras
o la lengua
hablaría con el corazón
en la mano,
o con las manos en el corazón.

Si quitaran una pierna
bailaría en un pie.
Si me quitaran un ojo
lloraría en uno ojo.
Si me quitaran un brazo
me quedaría el otro,
para saludar a mis hermanos,
para sembrar los surcos de la tierra,
para escribir todas las playas del mundo, con tu nombre

Soy Luchito Hernández, Luis Hernández

Soy Luchito Hernández
Ex campeón de peso welter.
Poca gente me habla
Hasta oí a alguien
Preguntarme
¿De qué te defiendes?
Y yo hubiera respondido
Si no silencioso fuera:
Más bien te defiendo
De mi luz. Una luz
Que reuní y me friega.

Segregación N°. 1, Carlos Germán Belli

(a modo de un pintor primitivo culto)

Yo, mamá, mis dos hermanos
y muchos peruanitos
abrimos un hueco hondo, hondo
donde nos guarecemos,
porque arriba todo tiene dueño,
todo está cerrado con llave,
sellado firmemente,
porque arriba todo tiene reserva:
la sombra del árbol, las flores,
los frutos, el techo, las ruedas,
el agua, los lápices,
y optamos por hundirnos
en el fondo de la tierra,
más abajo que nunca,
lejos, muy lejos de los jefes,
hoy domingo,
lejos, muy lejos de los dueños, entre las patas de los
animalitos, porque arriba
hay algunos que manejan todo,
que escriben, que cantan, que bailan,
que hablan hermosamente,
y nosotros, rojos de vergüenza,
tan sólo deseamos desaparecer
en pedacitititos.


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