Distopía y superpoderes | Fragmentos de un héroe: Prisión Mental

Fragmentos de un héroe: Prisión Mental, de Elsa Gallardo

COMPRAR PRISIÓN MENTAL

Una novela distópica con tintes de ciencia ficción

¿De qué se trata la historia

No es una novela distópica juvenil, sobre todo porque los protagonistas son adultos, pero bien la podría disfrutar alguien que guste de las distopías para adolescentes. La novela nos cuenta las peripecias de un grupo de personajes con poderes sobrenaturales, que adquirieron de niños por accidente, y que ahora deben usar para protegerse de quienes quieren destruirlos. Está ambientada en un mundo distópico en el que se envía a los criminales, y a toda su familia, a cumplir su condena a Distemia, una ciudad/prisión rodeada por un muro gigantesco.

En Distemia la gente vive como en cualquier otra ciudad, estudiando, trabajando y demás, la diferencia es que, al estar poblado de delincuentes de toda clase, la violencia y la criminalidad extrema forman parte de su normalidad, por lo que el sistema policial está prácticamente de adorno. Al llegar a la ciudad, los criminales son marcados en la frente con el nombre del delito que cometieron, por lo que es fácil identificar quiénes son los delincuentes reales y quiénes son los inocentes que, por ser sus familiares, también fueron condenados a vivir allí.

En medio de todo este caos es que Ederick y un grupo de compañeros del colegio adquieren superpoderes por los que, al principio, se consideran héroes. Sin embargo, con el paso del tiempo se dan cuenta de que también obtuvieron enfermedades mentales como la depresión, la demencia, la esquizofrenia, entre otras, por lo que lidiar con sus nuevas habilidades les resulta más bien una especie de maldición.

Personajes con superpoderes que no son superhéroes

Aunque en la sinopsis se muestra a Ederick Sanz como protagonista, yo diría que sus compañeros también lo son, pues tienen mucha importancia y se relata también desde sus puntos de vista, de modo que la historia adquiere una perspectiva más amplia:

Brandon Arias tiene una gran agilidad lo que le permite saltar y desplazarse rápido, pero también tiene amnesia y cada día se despierta creyendo que todavía es un niño de doce años (edad en la que obtuvo su poder), por lo que escribe en diarios para hacerse saber todo lo que olvida.

Casi nunca lograba leer todo el diario completo, pero al menos leía lo resaltado en rojo, dejándolo con la sensación de que el mundo iba más rápido de lo que él podía correr. Jamás podría estar al día, ni siquiera de su propia vida.

Will Porter puede ralentizar el tiempo a su alrededor, pero sufre de transtorno obsesivo compulsivo. A raíz de un misterio incidente, debe usar una silla de ruedas. Es el mejor amigo de Brandon y ambos se protegen mutuamente.

Keyra Rainer logra hacerse invisible entrando a una especie de realidad paralela, pero también debe lidiar con terribles ataques de esquizofrenia.

Tobías Derrick no tiene ningún poder, sin embargo, al igual que sus compañeros se recupera rápido de cualquier daño físico, lo que le hace muy difícil morir.

Fuiste el único que no recibió poderes, y aún así eres el único que logró ser un héroe.

El malo de esta primera parte de la saga es Samuel Soto, uno de los líderes de una violenta banda, quien va a la caza de los demás aprovechando su propio poder (respirar bajo el agua), pero también valiéndose de otro que le pertenecía a alguien más: hacer portales que permiten la teletransportación.

No es un típico libro sobre superhéroes

Lo que me gustó de la novela

La trama está bien hilada y se dosifica la información, no se te suelta todo de un porrazo, sino que la historia se va completando con recuerdos y experiencias individuales de los personajes a medida que van apareciendo. A mi esto me gustó mucho, la sensación de suspenso me empujaba a seguir leyendo, aunque un lector impaciente tal vez quiera saberlo todo ya.

Puede que al principio te pierdas un poco respecto a los personajes y a sus poderes, sin embargo, conforme lees te familiarizas con ellos y resulta fácil identificarlos. Cada uno tiene una personalidad definida e incluso rasgos físicos que los caracterizan y ese es un punto fuerte de la historia: los personajes están bien construidos, tienen sus conflictos internos, sus cualidades, sus defectos, además que toda su personalidad está fuertemente ligada al poder que poseen y, por lo tanto, a la condición mental con la que luchan.

Dos personas hundiéndose juntas, odiando algo del otro, pero soportándolo para no estar solos. Eso es lo contrario a estar en una relación sana.

Respecto a estas, el desarrollo también es muy bueno. Puedes ver con claridad las características de las enfermedades de cada personaje en su forma de actuar, en sus preocupaciones, sus angustias, en la manera en que se relatan sus experiencias y recuerdos.

Algo que me gustó es justo el que sus dones se “compensen” de cierta manera con un mal. Es decir, no es la típica novela de superhéroes en las que se les da poderes a los personajes y ya son extraordinarios, sino que la autora le dio un punto de realismo al agregarles también una debilidad.

No quiero que alguien tolere las cosas que hago mal. Quiero entender qué es lo que hago mal y tratar de ser mejor. ¿No es para eso una relación? ¿Para mejorar como persona?

Por otro lado, los poderes en sí tienen su giro de originalidad. Por ejemplo, Ederick puede escuchar los pensamientos de la gente, pero solo los que muestran en ese instante (como quien habla en su cabeza), no es que automáticamente sabe todo lo que piensan los demás. Esto da juego para mostrar cómo él tiene que manipular de cierta manera las situaciones, para que así las personas piensen justo en lo que quiere saber.

Lo que no me gustó de la novela

Respecto a lo que no me gustó: Primero, están las escenas de violencia explícita. Toda la novela tiene una buena carga de violencia, así que alguien muy sensible tendría que sopesar esto antes de leerla. Lo que yo hice fue pasarme de frente los párrafos más agresivos y no tuve ningún problema para comprender todo lo demás.

Esta no una novela de fantasía, ciencia ficción o distopía romántica, pero en cierta parte de la novela hay un romance que no me acabó de convencer. Si bien la pareja sí que me gustó, lo que surgió entre ellos me pareció muy rápido, sobre todo teniendo en cuenta la carga emocional que llevaban respecto a sus anteriores parejas, además que la situación en la que se encontraban no se prestaba en absoluto para algo así. Habría querido más desarrollo en su relación antes de llegar al romance como tal.

También están algunos sucesos pasados que no me quedaron claros. No encontré explicación para ellos y se sintieron como pequeñas historias sin cerrar, pero puede que se deba a que hay una segunda parte de la saga y que ahí se explica todo eso.

¿A quiénes la recomiendo?

En resumen, me pareció un buen libro con tistes de distopía y ciencia ficción, por lo que la recomendaría a los lectores que disfruten de este tipo de historias, siempre que no tengan problemas con las escenas explícitas.