“Señores pasajeros su atención es lo que quiero,
El trabajo de un rapero es siempre ser sincero...”

Se presentaron como 2 jóvenes raperos que difundían su “arte” en las calles y subiendo a los buses. Dieron una breve cátedra sobre el rap, luego interpretaron una canción y explicaron que su objetivo era reunir fondos para gravar un CD, aunque obviamente los fondos primero los destinaban a su manutención.
No recuerdo exactamente el resto de la letra de su canción, pero sé que toda ella era un mensaje para sus padres, las personas que los habían catalogado como “vagos”. Con el ritmo y la rima propias del rap, los chicos expresaban su convicción de que lo que hacían era lo que tenían que hacer simplemente porque era su vocación, su pasión, su vida.
Recuerdo que en ese momento desee tener la mitad de su valor, y creo que por un instante lo tuve, pero ese instante pasó.
Hace poco, hablando al respecto con una amiga (espero no se moleste por que la llame así) me di cuenta que casi siempre las razones que tenemos para no jugarnos por lo que queremos, son simplemente excusas.
Ella me dijo: “consigue un mejor trabajo, estudia en bellas artes y sé feliz” ¡Wow! ¡La solución a mi “gran” problema era tan sencilla que ni siquiera me di cuenta! Me quedé pensando en eso, y fue entonces que me di cuenta de lo estúpida que estaba siendo al desear algo, saber que me impedía obtenerlo y ¡no hacer nada al respecto!, así que ahora estoy considerando seriamente la posibilidad de arriesgarme, aunque con ello me arriesgue también a convertirme en un grupo más de los “vagos”.