-->

ESPEJISMO.

…Entonces, el chico malo me tomó de la mano y me arrastro con él.

Corrimos por el mundo, y me revistió de su indiferencia, de su ímpetu, de su locura. Y pude gritar que estaba cansada, que quería parar, que quería que me dejaran de joder. Continúe corriendo de su mano sintiendo que me liberaba, que lograba volar y me fui desnudando más de mí, vistiendo más de él, hasta el punto de no tener miedo de mandar todo a la mierda.

Y ya no era yo, si no él en mí.

Pensé que había roto mis amarras, pero resultó que solo las cambié por cadenas. Y tarde, muy tarde, descubrí que el chico malo no fue mi libertador sino mi verdugo.

Etiquetas:

Share:

4 visitantes opinaron

  1. Qué bonito! supongo que eso es lo que le pasa a muchísimas chicas (yo incluso puede incluirme, aunque no esté saliendo con el chico pero él sin saberlo me ha cambiado, y no sé si a peor o a mejor :S)
    Un beso!

    ResponderEliminar
  2. Querida An!hace mil años que dejé de pasarme por el blog, disculpa que te responda el comentario tan tarde!

    Me alegra que te guste, aunque no trataba de referirme precisamente a un muchacho (ni a una muchacha no me malentiendas) si no a esa fuerza que a veces nos impulsa a hacer cosas que no necesariamente son buenas.

    Un beso.

    ResponderEliminar

Gracias por escribir. Me comunicaré contigo tan pronto lea tu mensaje. ¡Ten un buen día!